top of page
  • Facebook
  • Instagram

"A Bruno Widmann lo conocí en 1967, cuando, presidiendo la Comisión Nacional de Bellas Artes, tuvimos encendidos debates por la orientación de los viejos Salones con un grupo de protestadores entre los que él estaba. (...)

De esas polémicas nació una amistad mantenida a lo largo de toda su vida y renovada con amables charlas en su taller de la Av. Libertador. Incluso lo acompañé a un coloquio a dúo, en Punta del Este, en una muy atractiva presentación que hizo de su obra, ante una sala llena de admiradores, poco antes de su fallecimiento, a los 87años, en 2017".

DR. JULIO MARÍA SANGUINETTI

Ex-Presidente de Uruguay

FB_IMG_1484241816752.jpg

Prensa

"Pero es la soledad, la inmensa, la dolorosa, la gozosa, la desesperante soledad del hombre y del mundo la que resuena en sus cuadros, como la música de las caracolas que acercamos a los oídos de nuestra infancia.Porque no solamente el hombre, partícula de infinitud en medio de la multitud humana, es el que está solo a pesar del cierto vaticinio del que pronto habrá que expulsarlo de la Tierra por excedente, sino del mundo"...

"Obsérvese que los cuadros de Widmann, horros de elementos, desnutridos de seres y cosas, se resuelven por dilatados, inmensos espacios vacíos, pero que no obstante nos asolan con la sugerencia de una multitud que avanza y se renueva en cada enfrentamiento. Este extraño contrasentido, es la clave sin la cual no se podrá comprenderlo en la magnitud de su vivificación, de la proliferación de racontos emotivos con tan escasos recursos".

EDUARDO BALIARI

"La pintura de Widmann, (y en especial la de los últimos años), a pesar de que no rompe con subterráneos, con misteriosos vínculos que la atan a su lugar de origen, se yergue como única. Él reconoce, en sus comienzos, hace aproximadamente dos décadas, las enseñanzas de un maestro, italiano de origen, quien lo inició en el abecedario del oficio - insalvablemente académico - oficio sin el cual no hay, después, experiencias o aventuras posibles.

Picasso reconocía que haber pintado, cuando muy joven, como si hubiese sido una especie de Rafael, le había permitido tiempo después, entregarse a la creación con el apasionamiento y la fantasía de un adolescente. Widmann fue adquiriendo más tarde, por lógica y porque esa era su implacable necesidad, una independencia gradual, traducida en un período de trabajo intenso, sin pausas, o con las imprescindibles para mirar hacia atrás, para valorar lo hecho, corregir el camino andado o torcer, por qué no, el rumbo, en busca de nuevos horizontes.

CESAR MAGRINI

© 2025 Creado por Co-Marketers para Bruno Widman

bottom of page